Hacia una España Mejor

viernes, enero 02, 2015

De San Antón a Perña de las Águilas

Tenía razón el concejal de Deportes y adalid y redentor del Barrio de San Antón, Daniel Rubio, cuando el pasado día 5 de diciembre afirmaba en este diario que los vecinos del barrio “estaban cansados de mentiras”. Evidentemente entre esos agentes mentirosos no se incluía él mismo ni mucho menos implicaba a la alcaldesa Mercedes Alonso en el hecho de que se les hubiera mentido a los vecinos del barrio en cuestión. Pero veamos, veamos que nos dice la hemeroteca. Esa memoria escrita que tantos quebraderos de cabeza les causa a algunos y que les “pone en el escaparate”, nos cuenta que en agosto de 2011, nada más instalarse en el poder municipal, el PP anunciaba que las 5 primeras torres, 308 viviendas en total, deberían estar completadas como muy tarde a finales de 2014, hoy, 3 años después, nos anuncia el concejal Granero, un crack, que la primera de esas torres comenzará a levantarse a principios de 2015 y se ejecutará en 16 meses, o sea que una torre, sola una de las 5 ¿estará? disponible para abril de 2016. Para justificar este retraso el Consell atribuía la demora (ver INFORMACIÓN 19-10-2013) de la reconstrucción del barrio a la falta de liquidez de los vecinos, al parecer ahora van a comenzar las obras, no por el hecho de que estamos a cinco meses de elecciones, no, sino porque el nivel económico de los vecinos ¿ha mejorado?. Ojalá así sea. En cuanto a lo de los 89 trabajadores a contratar para trabajar en las obras, todos ellos vecinos del barrio, me parece una buena oferta por parte de la constructora, ahora bien: habría que ver el certificado de empadronamiento de los admitidos, lo digo porque no vaya a ser que ocurra lo de siempre: que alguien se cuele donde no debe. En esto la oposición debe estar muy “al loro”. Hace pocos días se enterraba otra primera piedra en San Antón, y van… en estos tres años y medio de mandado de la señora Alonso. Por cierto, las imágenes nos mostraban que el acto se celebró prácticamente en familia. Si todas las piedras que ha enterrado las hubiera utilizado para levantar pared es muy posible que a estas alturas al menos uno de los bloques estaría ya acabado. Daniel Rubio es un muchacho muy joven y no se ha dado cuenta de que la mentira a pesar de tener las patas muy cortas puede dar grandes saltos y de este modo saltar desde el barrio de San Antón a Peña de las Águilas. La maldita hemeroteca nos recuerda también que el concejal Pujalte, el de los 3 empleos, dijo que Peña de las Águilas tendrá alcantarillado antes de 2017, ahora parece ser que no, que será, con suerte para finales de 2018. El crack, Vicente Granero, nos contaba que la obra se hará en 6 o 7 fases y que se prolongará durante 2 o 3 años y se beneficiarán un millar de viviendas. En la primera fase serán beneficiadas unas 100 viviendas y la inversión será de 845.000 euros, de un total de doce millones de euros que supondrá la construcción de esta infraestructura. O sea, el chocolate del loro. Máxime si tenemos en cuenta que esta primera fase solo afecta a la urbanización de Don Balbino, que por cierto la red interior de saneamiento la tiene desde que hace años se construyeran las viviendas, y las calles Lucerga y Bolivia que están en el mismo sector. Está claro que esto no es lo que piden los vecinos y que se trata de una tarjeta navideña invitando a que se vote al PP en las próximas elecciones municipales. “Prometer hasta el meter…”. Como suelen excusarse los inútiles y los incompetentes con aquello de “es que los otros no lo hicieron cuando deberían haberlo hecho…”, cosa que ya no vale dado que quedan cinco meses para que se cumplan los cuatro años del mandato de Mercedes Alonso y su equipo de concejales de aldea y estos siguen empleando esa muletilla. Miente el concejal Granero, el crack, cuando dice que cuando ellos accedieron al Ayuntamiento no había proyecto de alcantarillado para la Peña de las Águilas, no es cierto, ya que el 1 de septiembre de 2010 los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), solicitaron al Ministerio de Medio Ambiente autorización para la redacción del proyecto cuyo costo se estimaba en 12.500.000 euros como se señala en dicha solicitud. Después, ya realizado el proyecto, que la anterior corporación no pudo formalizar con la CHJ al no poder renovar su mandato, se valoraba el mismo y su realización se concretaba en un costo de 11.603.797,44 euros. Si un proyecto está valorado al céntimo es que existe, pienso yo. O sea, que cuando la señora Alonso y sus alabarderos entraron el Ayuntamiento el proyecto ya existía lo que pasa es que tanto ella como el crack, estaban extasiados e inmovilizados por la erótica del poder. Es más, en la solicitud de redacción del proyecto a la que antes he hecho alusión se especificaba muy claramente que esos 12,5 millones de euros en que se estimaba su costo eran “con cargo a fondos del Estado”. Ahora resulta que no, que Aigües d’Elx, los ilicitanos, pone 5,6 millones y el resto la CHJ. Es evidente la mala gestión del grupo de Alonso. Tampoco está muy acertado cuando el crack Granero afirma que esto es “una reivindicación histórica” de los vecinos de La Peña. Es una larga reivindicación pero no tanto como para ser histórica ya que los vecinos pidieron, pedimos, me cupo el honor de convivir con ellos durante 27 años y el mismo sentimiento de ser durante casi 15 años alcalde pedáneo de esta partida rural, pedimos, repito, que se instalara la red de alcantarillado a partir del año en que la CHJ comenzó a sancionar a los pocos establecimientos públicos de la zona y conminarles a instalar depuradoras ecológicas y a instar a los vecinos para que todos y cada uno de ellos dotase a su vivienda de este sistema de tratamiento de las aguas residuales. Años, sí, pero no tantos como para hacer historia. Eso es exagerar. Aquí lo que hay que tener presente es que sí había proyecto y que estos incompetentes que nos gobiernan a nivel local, fiel reflejo de lo que ocurre a nivel nacional, se han dormido en los laureles. ¡Ah! de todos los datos y cifras conservo los correspondientes justificantes. Mentiras sí, pero… ¿quién miente?