Hacia una España Mejor

lunes, noviembre 18, 2013

El palmeral no se politiza

Los que hemos nacido entre palmeras y los que llevan mucho tiempo habitando en Elche amamos nuestro palmeral y para nosotros supone un sufrimiento constante la agresión que está sufriendo nuestro Patrimonio de la Humanidad como consecuencia de la plaga asesina formada por el picudo rojo. Partiendo de ese amor que sentimos por nuestras palmeras estamos asistiendo al lamentable espectáculo de ver como las distintas fuerzas políticas que nos representan en el Ayuntamiento han tomado la salvaguarda del palmeral como un arma arrojadiza y raro es el día que no leemos o escuchamos en los medios de comunicación el acusarse unos a otros de dejadez y de falta de interés para aplicar medidas que tiendan a la conservación y mantenimiento del palmeral en todos sus aspectos. Por lo que podemos saber y estamos viendo esto no es tarea fácil y creo que ha llegado el momento de dejarse de triunfalismos y reconocer que hasta ahora no se ha encontrado remedio alguno para conseguir acabar con el picudo. Se han puesto en práctica diversos sistemas para intentar acabar con este bicho maldito, desde un sistema creado por docentes de la UMH consistente en detectar el picudo rojo a través del sonido antes de que dañe mortalmente a las palmeras, pasando por la instalación de miles de trampas para crear un escudo protector alrededor del palmeral, a más de la destrucción por el método de trituración de las palmeras afectadas, así como el uso de pesticidas, entre otros, y la confección de una ordenanza en la que se fijan sanciones económicas para quienes no contemplen las medidas de seguridad. No está en mi ánimo hacer ningún tipo de crítica, pero reconocido está de forma oficial que los medios para retirar las palmeras dañadas son totalmente insuficientes lo que no hace más que agravar el problema. Tenemos la experiencia de ver que ya son demasiadas las palmeras que han caído en la vía pública al ser atacadas por el picudo, Elche Parque Empresarial, Barrio de los Palmerales, Jardines de Salvador Allende y en otros puntos de nuestra ciudad que hasta ahora solo han producido daños en algún vehículo aparcado junto a la palmera caída. No, no me he olvidado de la que cayó recientemente dentro del recinto del Colegio Salesiano San Rafael puede que a alguien le parezca una tontería lo que voy de decir a continuación, pero la caída de esta palmera ha calado profundamente en mí y desde el momento en que salió este hecho a la calle me asalta casi a diario una gran preocupación y desasosiego por el lugar donde se dio el hecho: Dentro del patio de un colegio. Pudo haber sido en cualquier otro de las decenas que hay en la ciudad y término municipal, y cuyos patios son frecuentados por centenares de alumnos. Esta palmera cayó durante la noche, pero no quiero ni pensar si hubiera sido en las horas de entrada a dicho centro escolar ya que la misma cayó sobre el pasillo que utilizan los alumnos para acceder a las instalaciones escolares. Esperaba alguna reacción a raíz de este hecho por parte de los políticos pero yo no sé que haya habido alguna. Casi a diario observo como los políticos que nos representan en el Ayuntamiento se echan en cara el hecho de que no se haya llevado aún a cabo la aprobación del Plan de Protección del Palmeral. He dicho que no voy a hacer ninguna crítica y por tanto no voy a entrar en que va a consistir la “protección” del palmeral, pero si voy a entrar en preguntar qué medidas se piensan aplicar para proteger a los alumnos que a diario entran y salen y disfrutan de su tiempo de recreo en aquellos patios escolares donde hay palmeras. Está demostrado que hay palmeras que no “avisan” que se vienen al suelo sin más por el ataque del picudo rojo, por lo tanto los políticos municipales deben aunar esfuerzos y voluntades para ver qué solución se da para que las palmeras que hay en esos patios no supongan un riesgo, que lo suponen, para los alumnos. Solución, tal y como yo lo veo, solo hay una: Quitar esas palmeras de los patios y trasplantarlas en otro lugar sustituyéndolas por arbolado de rápido crecimiento como pueden ser ejemplares adultos de ficus y se adaptan muy rápidamente y que por cierto hacen muy buena sombra que es algo de lo que carecen muchos patios escolares. Con esto no se daña al palmeral, es algo que se viene haciendo casi a diario, y evitaremos incidentes que todos lamentaríamos profundamente. Y si se produce algún daño a las palmeras que se arranquen siempre será mucho menor y se podrá reparar pero que el que se pueda causar físicamente a los que utilizan los patios de los colegios muy posiblemente sea irreparable. Al decir todo esto se me podrá tachar de agorero o alarmista, no lo soy en absoluto. Soy previsor. Ya está bien del “y tú más”. El palmeral y la integridad física de los alumnos no se politizan.