Hacia una España Mejor

miércoles, abril 10, 2013

Café con mala leche

Voy de tener que decantarme por los zumos y dejar de lado el café con leche que suelo tomar como desayuno. El motivo no es otro que tengo la costumbre, no sé si buena o mala, de inmediatamente después de haber ingerido los primeros alimentos del día leer, la prensa. Solo con leer los titulares que figuran en la primera página ya se me pone una mala leche que hace que se apodere de mí un malestar general que, caso curioso, hace que mi autoestima se resienta y que ese orgullo de sentirme español entre en franca decadencia. Hoy, por poner un ejemplo, he “reforzado” mi desayuno con una noticia que informa sobre el hecho de que una concejala del Partido Popular de Palencia está cobrando la ayuda del Plan Prepara, los famosos e insuficientes 400 euros que da el Estado a aquellos que no tienen trabajo ni disponen de ningún tipo de ingresos, y los está cobrando a pesar de que, según el medio informante, en el pasado año percibió del Ayuntamiento un total de 13.441,76 euros, una media de 1.120 euros mensuales, y que en los meses de febrero y marzo del año en curso cobró, también de las arcas municipales 787,56 euros y 1.283,74 euros respectivamente, todo ello muy por encima de los ingresos que hay establecidos para que se pueda conceder dicha ayuda. Hay que recordar que el Gabinete de Rajoy, incluyó varias modificaciones endureciendo los requisitos para acceder a esta ayuda con la excusa de querer que “se proteja a los ciudadanos que más lo necesitan”. Evidentemente este no es el caso de la concejala popular de Palencia. Hay que recordar también que muchos jóvenes, al igual que otros menos jóvenes, perdieron esta ayuda y que en el caso de los jóvenes el Gobierno dejó bien claro que estos fueran “mantenidos por sus padres y sus abuelos”. Creo que llama la atención el hecho de que en la noticia no figure lo que esta edil percibió del Ayuntamiento en el mes de enero, ello tiene su explicación y esta no es otra que la de que a la hora de presentar la solicitud para la ayuda, lo hizo en el mes de febrero, hay que adjuntar el “justificante de los ingresos obtenidos en el mes anterior a la solicitud” dándose el caso de que en el mes anterior no había cobrado nada del Consistorio. Qué casualidad, oiga. Esta ayuda le fue concedida y así fue publicada en el Boletín Oficial de la Provincia de Palencia el día 22 del pasado mes de marzo. Al ser denunciado este caso por la oposición la “agraciada” ha respondido que lo que cobra del Ayuntamiento no es un sueldo sino “una ayuda por su dedicación a la ciudadanía”. Hace falta valor. Hay que tener cojones para dar semejante argumento. En fin, para qué más comentarios. Otras noticias del día que hacen que la leche ingerida se me convierta en una especie de yogur natural “sin azúcares añadidos” es la de que el PP, con su voto, ha impedido en el Congreso que se pueda formular la pregunta sobre si el Rey tributó por la “herencia suiza” y tampoco se permite que se le requiera que haga público su patrimonio, cuando el de cualquier español está “expuesto” en los registros públicos a los que cualquiera puede acceder. El PP alude a lo improcedente de que se tenga que dar cuenta de los bienes particulares. Yo creo que con esto y con el recorte que el PP quiere efectuar a la Ley de Transparencia en lo que respecta a la Casa Real, lo que hace es poner en evidencia a esta institución y que cada cual pueda pensar lo que le parezca. Si yo fuera el Rey les rogaría que por favor no me defiendan. Que es peor. Lo que hacen es oscurecer, aún más, aquello que los ciudadanos no ven muy claro. Y la última de hoy. Recientemente la Generalitat Valenciana ha nombrado directora general del ente Radio Televisión Valenciana a Rosa Vidal, y esta no satisfecha con esto se ha nombrado asimismo presidenta del Consejo de Administración del ente, un Consejo que en teoría debe fiscalizar el trabajo de la directora general y su equipo. O sea, que Rosa Vidal se convierte en juez y parte. En palabras más claras se convierte en una especie de preso al que le confían las llaves de la cárcel. Todo esto hace que uno, poco a poco, vaya perdiendo su autoestima y su orgullo de sentirse ciudadano de un país en el que solo sobreviven, mejor dicho viven, los pícaros y los pillastres. Y todo esto se está acentuando desde que gobierna Mariano Rajoy, un inepto y un incompetente incapaz de poner a cada uno en su sitio.