Hacia una España Mejor

jueves, octubre 04, 2012

¿Calle o cañada real?

Está claro que a este Gobierno hay que pararle los pies y cuanto antes mejor, ya va siendo hora de que los españoles, todos, se conciencien y sean conscientes de por dónde van Mariano Rajoy y su banda y salgan a la calle, todos, para frenar sus pretensiones involucionistas. Con los cuarenta años de dictadura franquista ya tuvimos bastante como para que ahora se pretenda volver a escribir otra página negra en la historia de España como la escribió el dictador. Mariano Rajoy se está escudando tras muchos de sus altos cargos que actúan como teloneros y como lanzadores de globos sonda, el presidente del Gobierno, o lo que sea, no se atreve a dar la cara y se sirve de estos “mandaos” para ver “cómo está el patio” y cuál puede ser la reacción de la gente ante sus intenciones de recortar las libertades de los ciudadanos españoles que tanto costaron de conseguir. Primero ha sido la delegada del Gobierno en Madrid, una tal Cristina Cifuentes, que ha dicho que hay que “modular” la Ley de manifestación porque es “muy permisiva”. Hasta tal punto lo es que fíjese usted llega hasta el extremo de propiciar el que la gente pueda manifestarse libremente en la calle, ¡increíble! una calle que el Gobierno de Rajoy quiere convertir en una especie de “cañada real” por donde solo transita el ganado. Hablando claro: Unas calles por las que únicamente puedan circular los ciudadanos “aborregados”. A la Cifuentes, se le ha unido del Fiscal General del Estado que dice que hay “que regular el derecho de manifestación”, por lo visto ignora que ya existe una Ley que lo regula. En cualquier caso hay que reconocer que el Fiscal es más claro y directo que la Cifuentes. Hay que decir que las propuestas de la Cifuentes han sido criticadas por los distintos sindicatos policiales que incluso han llegado a reconocer que todo esto tiene razón de ser porque los ciudadanos ya están hartos. La Cifuentes enseñado el pie y el Fiscal General del Estado ha mostrado más de media pierna. El flamante presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, también se ha unido a este dueto. La Cifuentes ha apuntado que la reforma debería dar a la Administración “cierto margen para modificar las horas, cambiar determinados lugares”, no ha especificado horas ni lugares pero se ve claramente que lo que pretende es que las manifestaciones se celebran en la era de la finca del Tío Facundo en un tiempo comprendido entre las dos y las cuatro de la madrugada. No, no se ría usted, los tiros van por ahí. Si Rajoy tuviera lo que hay que tener debería hacer dos cosas, la primera atreverse y dar la cara, a poner limitaciones a las manifestaciones, si es lo que quiere, al menos es lo que se ve, y la segunda poner de patitas en la calle a ese señor que tiene de ministro del Interior que para mí es un personaje siniestro que sin duda alguna va a crear más de un conflicto de consecuencias imprevisibles. Los “machotes” como él, me refiero al ministro, sólo muestran su “valentía” cuando están rodeados de su guardia personal. Lo que debe hacer es ponerse al frente de los policías a los que manda a la calle para disolver una manifestación y dejarse de lisonjas y felicitaciones a los policías para después resultar que les congela el sueldo para el próximo año. La verdad es que la policía tiene un sentido del deber que va más allá de lo que en lo económico les pueda suponer el que sus familias pasen necesidades. Les han congelado el sueldo y no han dicho ni esta boca es mía, parece ser que el “cabreo” lo han despachado dando porrazos a los manifestantes y no a quien deberían dárselos.