Hacia una España Mejor

martes, noviembre 29, 2011

La seguridad resulta cara

Cuando los dos guardias civiles que protegen el domicilio donde habita Esperanza Aguirre, detuvieron a dos individuos ante la puerta de entrada del palacete donde vive la presidenta de la Comunidad de Madrid y que según la versión policial difundida por los medios de comunicación estaban celebrando los dos detenidos la victoria del Real Madrid, se trataba de dos “borrachos” a los cuales después de tomarles declaración se les dejó marchar, cuando tuvo lugar esta detención nunca nadie pudo imaginar, estoy seguro de ello, que iba a resultar la actuación policial más cara de la historia.
Creo que muchos aún recordarán la petición de dimisión por parte de Aguirre de la Delegada del Gobierno en Madrid y su reivindicación del derecho a ser protegida como cualquier ciudadano. En aquellos momentos nadie le recordó a Aguirre lo que dijo el Delegado del Gobierno, Francisco Javier Ansuátegui, en la época de Gobierno de Aznar: “Quien quiera seguridad que se la pague”. Yo no le niego a Esperanza Aguirre, el derecho, líbreme Dios, a ser protegida como cualquier otro ciudadano pero es que resulta que esos “otros” ciudadanos no tienen a dos guardia civiles vigilando día y noche su morada como la de la presidenta madrileña, que reforzaba su queja argumentando que ella pagaba sus impuestos y tenía derecho a esa protección. Esos “otros” ciudadanos también pagan sus impuestos y no gozan de la misma seguridad, repito, que ella.
Pero me voy yendo del meollo de la cuestión. Cuando antes he dicho que esa actuación policial puede haber sido la más cara de la historia, viene dicho porque la señora Aguirre, ha condecorado a los dos guardias civiles con la Medalla al Mérito Ciudadano a más de 3.000 euros a cada guardia porque dicho galardón está dotado con esta cantidad. En definitiva y para acabar pronto, que detener a dos borrachos nos ha costado a los contribuyentes 6.000 euros. Menos mal que no llegaron a entrar en el domicilio de la presidenta porque de haber sido así el costo de la operación policial podría haber sido incalculable.
Yo creo que si la presidenta fuera consecuente, con lo que dijo su conmilitón Ansuátegui, aquello de que “quien quiera seguridad que se la pague”, debería haber pagado ella a costa de su bolsillo esa cantidad a los dos guardias civiles, pero claro, como ella dice que es una contribuyente más, la “gratificación” debe ir a cargo de erario público, algo que los demás contribuyentes no podemos hacer. Vota Partido Popular.