Hacia una España Mejor

miércoles, agosto 10, 2011

¿De quien es la calle?


Desde que en 1976 y siendo ministro de Gobernación, presidiendo el Gobierno el franquista Carlos Arias Navarro, Manuel Fraga acuñara aquella frase de “la calle es mía”, nadie, salvo el Real Madrid, el Barça o la selección española, sus hinchas, celebrando la consecución de un título, se había declarado dueño de la calle. Por tanto se puede entender que la calle sigue siendo de Fraga y que han sido sus conmilitones del Partido Popular quienes la han heredado.
Lo anteriormente dicho viene a colación porque el secretario del PP madrileño, Francisco Granados, ha dicho que “el PP de Madrid se está planteando para septiembre, si la situación no se soluciona, convocar a sus 90.000 afiliados, que son algunos más que 300 indignados, a una manifestación de apoyo a los comerciantes de la Puerta del Sol…” O sea que ante una ocupación que no remite se debe sacar a la calle a 90.000 personas para que quede bien claro de quien es la calle. En definitiva se trata, ni más ni menos, que de una contramanifestación.
Hay que considerar el hecho de si es conveniente o no que los “indignados” sigan con sus protestas en la Puerta del Sol y considerar hasta qué punto están dañando los intereses de la comerciantes de la zona, que sin duda alguna se ven perjudicados, creo que los “indignados”, con los que simpatizo, deben pararse a pensar si se sigue protestando de forma tan continua en la misma zona o deben buscar otro medio para plantear sus quejas y denuncias, son muchos los ciudadanos que veían con simpatía este movimiento y que ahora se muestran reacios a apoyarlo porque consideran que es un tanto excesiva esta constante de ocupar la Puerta del Sol, ahora bien, lo que sí está claro es que está decisión, que a mí me parece un tanto chulesca y que me recuerda a los jóvenes joseantonianos, esta decisión, repito, del secretario del PP madrileño, Francisco Granados, creo que no ayuda a calmar los ánimos ni a buscar las vías necesarias para llegar a un principio de dialogo, porque primero hay que escuchar y a los “indignados” hasta ahora los políticos no les han escuchado, para poder después dialogar. Las cosas no se solucionan a la brava, a la tremenda, ni empleando aquella frase de “por mis cojones” como parece ser pretende, a mí así me lo parece, el gerifalte del PP. Esto no lleva a otro destino que al de crear enfrentamientos, enconar los ánimos y estas actitudes no conducen a lograr algo positivo. Los “indignados” quieren que se les escuche y creo que sería bueno para el país que así se hiciera.
Finalmente decir que no se puede tachar a los indignados de antisistema, yo creo que los “indignados” no son “antisietema” que el problema, la cuestión, es que hay políticos que con su mal hacer provocan ese rechazo al sistema.