Hacia una España Mejor

martes, diciembre 21, 2010

Un rayo de esperanza


Bueno, parece ser que poco a poco se nos va quitando ese temor a encender la radio o la televisión y a abrir el periódico y encontrarnos con una serie de noticias sobre nuestro presente y futuro a cuál de ellas más terrible y amenazadora. En definitiva, que se va haciendo la luz y con ella vemos una variedad enorme de soluciones que los sesudos varones que regentan este mundo apuntan para salir de esta situación tan calamitosa que los trabajadores y pensionistas hemos creado.
Acabo de ver el telediario y he escuchado las palabras de Cristóbal Montoro, ese portento y pedazo de economista que posee el Partido Popular y que no tiene nada que envidiar a aquellos colegas que desde otra opción política también echan su cuarto a espadas para aportar soluciones. Montoro ha dicho que el déficit público se debe prohibir por ley para que si los que gobiernan quieren gastar más de lo que ingresan, se vean obligados a subir los impuestos. Sabia y seria aportación: “Si quieres gastar bien no marques prioridades, sube los impuestos”. Tengo entendido que después de este parto Montoro se ha retirado a un balneario para tomar las aguas y reponerse cosa que apruebo y celebro ya que personajes con esta capacidad para dar ideas brillantes y eficaces entran pocos en un kilo.
Por otro lado a través de los distintos informativos he podido enterarme que la OCDE, que dicen que agrupa a los treinta países más ricos, entre ellos Etiopía y Somalia, apoya la idea de Zapatero para alargar la edad de jubilación a los 67 años, pero los cerebros económicos de esta organización, aquellos que estaban sesteando mientras se cocía esta crisis que nos corroe, han aconsejado que en España se debería ampliar hasta los 70 años. Yo aplaudo esta recomendación y la resumo en pocas palabras: “Muerto el perro se acabó la rabia”. Esto sin duda alguna garantizará el que muchos posibles pensionistas y jubilados estén “amortizados” antes de cumplir los 70 años salvo aquellos que puedan disfrutar de una “prórroga”, como es mi caso, de dos o tres años más lo cual supondrá un ahorro de dinero muy importante y habrá para pagarle las pensiones a los que logren sobrevivir.
Todas estas aportaciones, todas estas brillantes ideas, hacen que veamos las cosas de otro modo y no nos preocupemos por lo que nos pueda “caer”. Como dijo aquel: “Para que os preocupáis por el futuro si no tenéis porvenir”.