Hacia una España Mejor

jueves, noviembre 25, 2010

Los santos decadentes


En Elche, mi pueblo, la entidad deportiva más significativa, el Elche CF, suele en todos los comienzos de liga llevar a efecto una ofrenda floral a la patrona de la ciudad, la Virgen de la Asunción, en la arciprestal basílica de Santa María, para buscar su intercesión a fin de que todo salga lo mejor posible o que al menos no se descienda de categoría. Esto creo que se hace en otros muchos lugares de la geografía española. No sé si en el futuro se seguirá haciendo esta visita a la patrona o se va a cambiar la costumbre por la de visitar al arcipreste para que este haga valer su influencia en beneficio del club para que todo lo salga bien, o al menos lo mejor posible.
Digo todo lo anterior porque hoy miércoles día 24 de noviembre he visto las imágenes en TV Cuatro, del seleccionador Vicente del Bosque y el otro, lo he visto de espaldas, creo que era Ángel María Villar, el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, en las cuales se les podía ver a ambos ofreciéndole la Copa del Mundo a Rouco Varela, el “boss” de los obispos españoles. No me consta que se la hayan ofrecido al Santiago Apóstol, patrón de España, no lo puedo asegurar, pero normalmente cuando la selección española de fútbol ha conseguido ganar algún campeonato siempre ha visitado al Rey y al presidente del Gobierno. Ahora no, ahora por lo visto se ha introducido dentro del protocolo de la Real Federación Español de Fútbol visitar también a los máximos mandatarios de la Iglesia Católica. Todo ello me lleva a la conclusión de que los “hombres fuertes” de la Iglesia Católica son cada vez más poderosos hasta el punto de que parece ser que los santos están en franca decadencia. En cualquier caso, y después de que el Papa nos ha dado a los españoles instrucciones precisas sobre como utilizar el condón sin caer en pecado mortal, es posible que no mucho tardar nos digan en qué ocasiones hay que hacer o no hacer el amor, ya nada me puede extrañar. No estamos en el Medievo por poco, pero que andamos metidos en una sociedad aldeana propia de aquel tiempo, al menos algunos lo pretenden, eso está muy claro.