Hacia una España Mejor

jueves, noviembre 18, 2010

Cabizbajo y meditabundo


¿No han observado la pose un tanto envarada y forzada de Mariano Rajoy, cuando aparece en público? La verdad es que en el fondo el hombre debe estar pasándolo bastante mal cuando observa, encuesta tras encuesta, que no logra “levantar el vuelo”, que su nivel de popularidad está por debajo de la de Zapatero con todo lo que a éste le está cayendo. Comprobar que la gente no le quiere debe ser muy duro y seguro que Rajoy se preguntará: ¿Por qué no me quieren si yo no he hecho nada? Puede que sea por eso, porque no hace nada. Yo creo que sus asesores de imagen deben “trabajarlo” más a fondo aunque el personaje no da para mucho, esto nadie lo puede negar. Lo cierto y verdad es que hablar como está hablando Rajoy, a estas alturas de la crisis, del aborto y de los matrimonios entre homosexuales, solo le falta entrar en lo del primer apellido, si el del padre o el de la madre, pero que nadie se preocupe que al final entrará en la polémica, no por una cuestión de defender la igualdad entre la mujer y el hombre, que en el PP se “pasa” de ello, incluidas sus mujeres, pero como iba diciendo, meterse en estos temas y no dar ideas ni plantear iniciativas para salir de la crisis, salvo la demagógica actitud de mostrarse contrario a congelare las pensiones, todo eso no es muy popular ni crea imagen. Lejos de mi ánimo criticar a sus asesores de imagen, como antes he dicho, difícil tarea para ellos. Es como intentar sacar una nueva especie de rosa nunca vista por su color y perfume, partiendo de la genética de un cardo borriquero.
A Rajoy se le ve sacar pecho, pero su postura es forzada lo que le puede crear problemas físicos. Detrás de esa arrogancia, de esa valentía y de esa decisión lo que se esconde en realidad es que él no entiende porque no le quieren y por ello su verdadero estado de ánimo es el de una persona patidifusa, meditabunda, cabizbaja y cariacontecida. Eso se ve y se nota. Lo que no entiendo muy bien es porqué Rajoy minusvalora la capacidad de Rubalcaba para ser presidente del Gobierno de España. Pues anda que la suya. Debería ser más prudente a la hora de valorar a sus adversarios y no mostrarse tan atrevido.