Hacia una España Mejor

lunes, octubre 18, 2010

Trabajar por amor al arte


El ¿todavía? Presidente de la patronal CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, nos ¿sorprendió?, creo que no, poniendo de manifiesto que para salir de la crisis y para que las empresas tengan beneficios y sean competitivas, sus trabajadores tienen que trabajar más y cobrar menos. Añadiendo a ello que si esto no se produce los trabajadores acabaran no cobrando más que el paro.
No se la experiencia que haya podido tener Díaz Ferrán para plantear esta alternativa, lo que si se es la experiencia que él ha tenido en sus propias empresas, lisiadas empresas, Air Comet, Viajes Marsans y Seguros Mercurio, en las cuales sus empleados no es que cobraran menos, no, es que no cobraban nada y las tres se han ido a “hacer puñetas”, luego esta proposición no vale viviendo de quien viene, si sus trabajadores laboraban y no cobraban y teniendo en cuenta el fin de su proposición, es para que las empresas de Díaz Ferrán, hubieran tenido notables beneficios y mire usted lo que ha ocurrido. A lo mejor ha tenido beneficios y alguien se ha “beneficiado” de estos beneficios, perdón por el juego de palabras, pero otra explicación no tiene. En una cosa si ha acertado Díaz Ferrán: Sus trabajadores han pasado a cobrar del paro. Al menos cobran, porque él no les pagaba sus salarios.
También dice Díaz Ferrán, que los empresarios, están teniendo menos beneficios y en algunos casos ninguno. Si los empresarios tienen que basar la competitividad y la rentabilidad de sus negocios en que sus trabajadores trabajen más y cobren menos, es que tenemos una clase empresarial de “chichinabo”. Hay otros muchos factores que influyen en la competitividad de una empresa, entre ellos, la tecnología, el diseño, la calidad, el estudio de mercado y algunos otros más. De todos modos yo, que ya “marco” bastantes años, conozco muy pocos caso en los que cuando el empresario ha tenido buenos beneficios los haya compartido con sus trabajadores. Pero por lo visto y teniendo en cuenta la peregrina propuesta, absurda y sin sentido, de Díaz Ferrán, lo que en realidad se está planteando es que los trabajadores laboren por amor al arte.