Hacia una España Mejor

martes, enero 05, 2010

El ejemplo


La noticia de que la Comunidad Valenciana se halla situada en la cola del crecimiento entre 2000 y 2008 no creo que haya sorprendido a nadie. Los valencianos que en mayor o menor grado nos preocupamos por seguir los avatares del Gobierno de Francisco Camps lo tenemos muy claro. Camps no ha sabido dinamizar ni establecer, mucho menos fijar, los objetivos y prioridades en materia de crecimiento para situar a la CV en una posición que al menos quedara dentro de la media nacional. Los valencianos empezamos 2010 con la alarmante noticia de que la Fundación de Cajas de Ahorro pronostica que la Comunidad Valenciana no estará entre las cinco autonomías que dejarán la crisis en 2010.
Los empresarios valencianos tienen una gran parte de culpa ya que no han sabido exigir a Camps que adoptara medidas tendentes a que la CV progresara en positivo. Se han limitado a interpretar el papel de cortesanos aplaudiendo y vitoreando a quien en nada les beneficia. Todo lo contrario, les perjudica. La actitud de las asociaciones empresariales de la CV ha sido, en mi opinión, la de dedicarse a halagar a Camps en lugar de exigirle iniciativas para mejorar. Han concretado sus protestas contra el Gobierno central cuando en realidad debieron hacerlo a nivel de Comunidad. Nadie, absolutamente nadie, en la patronal valenciana ha tenido lo que hay que tener para plantarle cara a Camps. Pienso que ante este han mantenido una actitud cobarde y sumisa que ha conducido a que una Comunidad como la valenciana, donde hay gente emprendedora capaz de conseguir que su economía no decaiga sino más bien para que vaya en ascenso, se haya visto perjudicada por que en la cúpula empresarial, en todas y cada una de ellas a los distintos niveles, locales, provinciales y regionales, los empresarios no han sido, en mi opinión, capaces de impedir que su máximo representante fuera un “recomendado” de Camps. Este consentimiento de los empresarios es el que ha llevado y está llevando a la CV a una situación más que preocupante. No se puede aceptar como máximo dirigente empresarial a un “recomendado”, o por decirlo de otro modo, a alguien que le “caiga bien” al Consell. De entrada ya sabemos cuál va a ser la actitud reivindicativa del “elegido” ante Camps: Cero.
No voy a descubrir yo aquí y ahora, el brutal endeudamiento que soporta la Generalitat Valenciana, ni tampoco lo hago si digo que el Consell rebasa el tope de la deuda que le permitía la ley a la hora de sobrepasar el tope de endeudamiento para 2009, lo que lleva consigo el que la Generalitat tenga que “pedir permiso” al Gobierno central para nuevas operaciones de endeudamiento. Así están las cosas.
La nefasta gestión de Camps, pone en evidencia la “clarividencia” de Rajoy el cual muestra como ejemplo de bien gobernar a Camps. Que Dios le conserve la vista. Por cierto, hace unos días leí en una entrevista que le hicieron al sustituto de Ricardo Costa, esa maravilla, ese portento, según los notables del PP, de ex secretario general del PP de la Comunidad Valenciana al cual a pesar de ser, al parecer, un mirlo blanco lo destituyeron y por poco le echan del partido, decía, el nuevo secretario general, sobre Camps que era honrado, muy trabajador y que “siente la Comunidad como propia”. Lo malo es que esa “propiedad” la tiene tan aferrada que su sentimiento de pertenencia es tal que se gasta el dinero en lo que no es prioritario: en jugar con barquitos y con cochecitos. Así le va a la Comunidad Valenciana.