Hacia una España Mejor

lunes, noviembre 09, 2009

Les falta aire


Qué duda cabe de que el caso Gürtel ha producido en los gerifaltes del Partido Popular el mismo efecto que si les hubieran metido entre cuatro paredes sin el menor orificio para poder respirar.
Cuando notaron que les iba faltando aire intentaron hacer agujeros para poder respirar culpando a policías, jueces y fiscales de todo lo que les había caído encima y que les estaba asfixiando. Cuando a la vista de los 17.000 folios del sumario hechos públicos se dieron cuenta de que les venía a quitar, aún más, el aire que necesitaban para sobrevivir políticamente, intentaron abrir otros boquetes esta vez denunciando un sistema de escuchas, el llamado Sitel, que como es sabido adquirió el Gobierno de Aznar, siendo Rajoy ministro de Interior, porque resultó ser que una cosa era la simple denuncia de un concejal descontento y otra cosa eran las grabaciones que las había, las hay, en cantidades industriales y que ponen en el “escaparate” a muchos cargos públicos y orgánicos del Partido Popular. Conscientes ya de que lo que les está quitando el oxígeno son las escuchas y no los policías, jueces y fiscales, se han dejado las uñas intentando abrir otros agujeros en un tremendo esfuerzo por conseguir declarar el sistema Sitel ilegal cuando ha sido el propio Tribunal Supremo el que ha dado el visto bueno a este sistema, siempre claro está con el debido permiso de los jueces, tal y como se ha hecho en el caso Gürtel.
La imagen que en este momento están dando los populares es la de un pez fuera del agua, al pez le falta el agua y a los del PP el aire. Para ellos sería maravilloso que el sistema de escuchas fuera declaro ilegal porque ello supondría la anulación de esas pruebas grabadas y muy posiblemente, casi seguro, el sobreseimiento o anulación de todas las pruebas con lo cual el archivo del caso Gürtel sería una realidad. Esta es la última oportunidad que les queda y van a intentar con uñas y dientes abrir un resquicio que les permita respirar y seguir políticamente con vida, saben que esta es su última oportunidad para enterrar un caso de corrupción generalizada que en muchos aspectos ya tiene nombres y apellidos a pesar de la presunción de inocencia que yo, como es de ley, reconozco a los imputados.
Están en una esperpéntica situación pero teniendo en cuenta aquello de que Dios aprieta pero no ahoga hay que dejarles respirar y que las cosas discurran por los cauces normales. Cuando vean que por la parte del Sitel no pueden horadar para poder respirar ya veremos qué otra cosa intentan. Será digno de ver. Patético, lamentable y penoso.