Hacia una España Mejor

jueves, agosto 06, 2009

¿Qué pasa en la Justicia?


¿Qué está pasando en la Justicia? ¿Estamos asistiendo a la decadencia del sistema judicial? Esto son preguntas que perfectamente puede plantearse cualquier ciudadano español ante la resolución de casos como el de los trajes de Camps. Y puede planteárselas perfectamente y con toda naturalidad al ver como en la prensa se manifiestan personas muy relacionadas con el mundo de la abogacía y de la judicatura como es el caso del abogado José Luís Mazón, que según nos cuentan El País y El Plural en su edición del pasado día 5, ha denunciado ante el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) al presidente del Tribunal Superior de Justicia de Valencia (TSJV) Juan Luís de la Rúa, por entender que cometió una “infracción del deber de abstención” y “una falta de disciplina muy grave” añadiendo, basándose en la afirmación de Camps, de que De la Rúa “era más que amigo” cuestión que el denunciado no ha desmentido ante los medios de comunicación esa supuesta estrecha amistad con Camps”. Pide el abogado que se investiguen “las extraordinarias circunstancias” por las que De la Rúa estaba participando en la votación, cuando su puesto debería ocuparlo otro juez que en ese momento se encontraba de vacaciones. El abogado pide que se averigüe si “las vacaciones del magistrado sustituido pudieron ser inducidas para participar, en su caso, el denunciado, a favor de su “más que amigo” Camps. Añade el abogado que “en una Justicia civilizada esta intervención constituye un mayúsculo escándalo. En una Justicia desacreditada y asilvestrada como la nuestra las normas de ética disciplinaria no se aplican ni se exigen cuando los presuntos infractores son personajes influyentes (Garzón, Gómez Bermúdez, De la Rúa, etc.)” concluye en abogado.
Pero el diario Información de Alicante en su edición, también del pasado día 5, publica una extensa tribuna titulada “Caso Gürtel: Soborne a los jefes” firmada por Luís Segovia López, magistrado jubilado, de la que quiero destacar algunos párrafos. Dice el autor: “Personalmente no esperaba que el TSJ de Valencia archivara definitivamente el caso Gürtel en su rama valenciana, pero su presidente De la Rúa, más que amigo del imputado Camps, y el joven magistrado José Ceres, se han atrevido. Son de esas resoluciones que conforme se van leyendo van dando vergüenza ajena”. En otro apartado dice: “Así que constructores, contratistas y concesionarios podéis regalar dinero, joyas, coches y trajes a concejales, diputados nacionales y autonómicos y senadores (del partido en el poder, claro) que eso no es delito de cohecho, lo dice el TSJ valenciano. ¡Qué disparate!”. Dice, además: “Si una trama corrupta obtiene cuantiosas contratas de la Generalitat Valenciana, los regalos a su presidente y vicepresidente sólo tienen sentido en que se hacen en función de su cargo, sea o no directamente competente en la contratación. No verlo así es de ciegos o de algo peor”. Y acaba su artículo diciendo: “Este auto es una resolución tan manifiestamente injusta que el Tribunal Supremo la revocará sin duda”.
O sea que en unos tiempos en que se habla, como en estos casos, de “justicia desacreditada y asilvestrada” cuando se dice que da “vergüenza ajena” leer una resolución judicial, se hace necesario que alguien ponga orden y eleve a la Justicia al alto grado de credibilidad y confianza que debe merecer a los españoles. Los políticos no, los políticos no pueden hacerlo porque con eso de “ahora quito a este y pongo a aquel, porque mando yo” son los que en mayor medida están provocando que la Justicia huela mal. Yo no sé si el Rey, podrá hacer algo, tengo mis dudas, pero si puede debe intervenir para acabar con tan lamentable y denigrante situación.
Yo no creo, me resisto a creerlo, que como dijo Pedro Pacheco, “la Justicia es un cachondeo”, pero sí intuyo que algunos están haciendo todo lo posible para que lo sea.