Hacia una España Mejor

viernes, julio 24, 2009

Viejos recuerdos


El pasado viernes día 17, leo en el periódico Información de Alicante que la
Audiencia Provincial de Madrid ha absuelto al presidente de Telefónica, César Alierta, por haber prescrito el delito del que se le acusaba, de uso de información privilegiada en la compra de acciones de Tabacalera en 1997, y de cuya empresa era presidente en aquel entonces el mismísimo César Alierta. En 1997 el presidente del Gobierno español era José María Aznar, que fue quien puso a Alierta al frente de Tabacalera.
La sentencia determina que el 27 de febrero de 1998 se cometió un delito de uso de información privilegiada y que tanto Alierta como su sobrino, Luís Javier Plácer, también absuelto, participaron en el hecho imputado, mediante el que, según la acusación, obtuvieron un beneficio final de 309 millones de pesetas (1,86 millones de euros).
Esto ha despertado en mí viejos recuerdos que me han situado en 1994 cuando siendo Mariano Rubio, gobernador del Banco de España su hermana vendió unas acciones de Ibercorp, empresa al borde de la ruina, como así ocurrió al final. La Justicia estimó que Mariano Rubio había hecho uso de la información que poseía por su condición de gobernador del Banco de España lo cual fue considerado como información privilegiada que hizo que la hermana de Mariano Rubio no perdiera el dinero que tenía invertido en las acciones de Ibercorp. Por todo ello Mariano Rubio ingresó en prisión de la cual salió bajo fianza. En 1994 era presidente del Gobierno de España Felipe González que fue quien puso a Rubio al frente del Banco de España.
Yo de estas cosas de la Justicia no entiendo nada, y cada vez entiendo menos, pero me gustaría que alguien me explicara por qué motivo se hace uso de la información privilegiada para ganar 309 millones de pesetas comprando acciones de la empresa que dirigía sin que le pase nada, y que otro, por hacer el mismo uso de la información, con el fin de no perder, que no de ganar, un dinero que tenía invertido lo mandan a la cárcel. ¿Tendrá esto algo que ver con ese poema de Campoamor que dice aquello de que “en este mundo traidor nada es verdad ni es mentira…”?
Cada vez estoy más convencido de que a Camps, Bárcenas y compañía no les va a pasar absolutamente nada.