Hacia una España Mejor

miércoles, julio 08, 2009

¡Cuidado con las anchoas!


Los políticos deben tener especial cuidado en aceptar como regalo alguna lata de anchoas, no solamente por el hecho de que les puede producir urticaria en el caso de que estas puedan estar en mal estado sino por el hecho de que les puede acarrear la pérdida del cargo público que puedan estar ocupando.
La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha pedido que José Luis Rodríguez Zapatero, sea emplazado, “de oficio”, por la justicia basando su petición en el hecho de que el presidente del Gobierno ha recibido como regalo por parte del presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, en alguna que otra ocasión en que este ha visitado la Moncloa para tratar temas institucionales, unas latas de anchoa. Dice que esto se puede comparar con lo de Camps, por tanto si el presidente Zapatero debe ser investigado por la justicia con más razón lo debe de ser Francesc Camps. Esto último lo digo yo, no Rita Barberá. Una lata de anchoas, suficiente para cubrir un buen bocata, la compramos en Carrefour por un euro. Los trajes, creo que son un “poco” más caros. No es que no sepa lo que vale un traje por lo que alguien puede entender como que no lo sé porque me los regalan, a mi no me regalaron ni el de la primera comunión porque aún la tengo pendiente, y a estas alturas no creo que la vaya a celebrar, no sé lo que cuesta un traje porque hace decenios que no he comprado ninguno.
Esto de las latas de anchos, una dádiva, según Rita Barberá, la verdad es que están exquisitas, pone de manifiesto, una vez más que en el PP nos han tomado a todos por gilipollas y que solo sabemos que la cabeza solo sirve para llevar la gorrita, la boina o el sombrero. Pero mira, a pesar de esta insultante y despectiva actitud hay gente, bastante, que aún les vota. Será porque en este mundo hay mucho masoquista.
Sabido es que Miguel A. Revilla, cada vez que va a Madrid a entrevistarse con Zapatero, el recorrido de Barajas a la Moncloa lo hace en taxi, sin blindar claro está. Recuerdo que en una de esas ocasiones tuve ocasión, lo mismo que cientos de miles de españoles, de ver en un telediario como Revilla bajaba del taxi con la bolsita en cuyo interior se encontraba el cuerpo del delito, las anchoas, en la mano y se la entregaba a Zapatero que a su vez metió la mano en la bolsita y sacó unas latas que entregó al taxista. A lo mejor hay que plantar también al taxista ante la justicia, porque quien sabe si este gesto de Zapatero tenía como fin principal el que el taxista no le cobrara el servicio a Revilla, con lo cual el taxista podría haberse visto involucrado en un caso de cohecho ante su patrón. Vaya usted a saber.
En esto de Camps, en el PP han pasado del histrionismo, a lo bufo y de lo serio a lo estrafalario. Ya no saben que decir ni como decirlo. Cada vez está más claro que lo de Camps tiene visos de ser verdad.