Hacia una España Mejor

lunes, junio 01, 2009

¿Que es peor?


Lejos de mi intención está el ser tan drástico como el cardenal prefecto de la Congregación por el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos –debe ser un cargo muy importante cuando tiene un nombre tan largo, no lo sé, pero impresionar impresiona, hay que reconocerlo- pero como decía, sin llegar a ser tan radical como Antonio Cañizares, que ha dicho que el abuso a menores, miles de niños que fueron violados sexualmente y que, además, fueron víctimas de abandono, abusos físicos y emocionales durante treinta años en los colegios católicos de Irlanda, no es tan malo como el aborto. Por cierto el cardenal dice que son 40 millones las víctimas de el aborto, habrá contado, pienso yo, los abortos que se llevaban a cabo en clínicas del extranjero, donde muchas españolas adineradas se iban a abortar, y los que se le practicaban, por personas no cualificadas y con medios rudimentarios, a mujeres sin medios económicos y que a muchas de ellas les costaba la vida. Eso ocurría en los años en que la Iglesia Católica paseaba bajo palio al dictador.
Yo, que solo ostento la calidad de ciudadano, un cargo con una definición mucho más corta que la de Antonio Cañizares, no quiero ser tan riguroso como él, y por tanto solo voy a decir que los abusos sexuales que se practican con menores, con el tiempo, y cuando estos son conscientes de la gravedad de lo que les ha sucedido, tiende a destruir su autoestima, sufren un trauma moral muy importante y les afecta tanto emocional como anímicamente a lo largo de su vida. Las secuelas de una violación sexual causan los mismos efectos negativos en una persona menor que en una adulta. Eso es incuestionable. En ambos casos existe indefensión e impotencia, terror, miedo y sobre todo un grave atentado a la dignidad de las personas. Si a una persona adulta le cuesta sobreponerse de una agresión sexual imaginémonos lo que le costará a un/a menor.
Y ni afirmo, como lo hace Antonio Cañizares, ni muchos menos quiero imponer mi criterio, pero pienso que él no nacer o la muerte, no es lo peor que nos puede pasar. Hay cosas mucho peores y los abusos sexuales que sufren los menores puede ser una de ellas, de hecho lo es. Por cierto, Antonio Cañizares no cuantifica los millones de menores que han sufrido, y sufren, violaciones sexuales, muchas de ellas llevadas a cabo por colegas suyos. Comparar siempre es arriesgado y hacerlo como lo hace Antonio Cañizares, más aún.