Hacia una España Mejor

jueves, marzo 06, 2008

El voto por correo


Al parecer, y como debe ser, los españoles, en su inmensa mayoría, están dispuestos a participar masivamente el próximo domingo día de su cita con las urnas. La noticia de que el voto por correo ha sufrido un fuerte incremento comparado con el de otros eventos electorales me ha hecho recordar ciertas incidencias que ocurrieron hace bastantes años y que al repasar mi hemeroteca compruebo que efectivamente, en las elecciones autonómicas celebradas el 9 de mayo de 1991 el notario de Madrid, Alberto Ballarín, identificó ante el juez del Juzgado de Instrucción número dos de Madrid, Rafael Mozo, 3.470 firmas suyas falsificadas de los 9.170 votos por correo gestionados directamente por el PP y en los que la Junta Electoral de Zona detectó presuntas irregularidades. Fuentes consultadas manifestaron que de las firmas falsificadas se desprende que fueron realizadas por tres o cuatro personas, al presentar determinados rasgos característicos, según informaba la prensa de la época en que ocurrieron los hechos. El entonces alcalde de Madrid, Álvarez del Manzano, decía que estaba “absolutamente tranquilo por que no ha habido ninguna alteración del voto”. El PP se personó en el sumario seguido en Madrid sobre presuntas irregularidades en la tramitación del voto por correo. Francisco Álvarez Cascos, en aquel entonces secretario general del PP, declaró que la decisión se adoptó “en contra del comportamiento habitual del partido y con el fin de conocer las actuaciones del juez y garantizar nuestro buen nombre”.
El final de este episodio no se cual fue, pero a la vista del reconocimiento del notario, Alberto Ballarín, una cosa si quedo clara para mí: 3.470 firmas del notario habían sido falsificadas en los votos por correo gestionadas por el PP. Es de esperar que con la notable subida del voto por correo nadie pueda aprovecharse de esta circunstancia. En cualquier caso, si esto fue así, entiendo que participaran en la falsificación tres o cuatro personas, ya que si hubiese sido una sola habría tenido que recurrir al “fisio” para recuperar la función normal de su muñeca.