Hacia una España Mejor

lunes, noviembre 05, 2007

Lo que hace el miedo


El pasado sábado y viendo el debate que sobre la Ley de la Memoria Histórica tuvo lugar en el programa de Telecinco “La Noria”, debate en el que participaron Enric Sopena, Rafael Torres, Jimmy Jiménez Arnáu, Paloma Gómez Borrero, Alfredo Urdaci y un abogado cuyo nombre ahora no recuerdo, pero que fue uno de los que defendieron en el juicio a Sadam Husein, tuve ocasión de comprobar los estragos que el miedo puede causar en una persona y llevarla hasta el extremo de postularse a favor de aquello que causó mucho daño, físico y moral, a familiares suyos.
En el discurrir del debate se pudo escuchar una voz proveniente del público asistente, concretamente la voz de una señora en la que decía, sobre la Ley de la Memoria Histórica, que era mejor dejar las cosas como estaban. El director del programa y conductor del debate, Jordi González, se acercó a ella y le preguntó que porqué decía tal cosa, a lo que la mujer respondió que su familia había pasado mucho como consecuencia de la Guerra Civil ya que un tío suyo que luchó en el bando republicano, fue fusilado en Guadalajara, y a su padre le encerraron al acabar la guerra y le prohibieron ejercer como maestro. No era este relato lo más sobrecogedor, lo más impactante era el miedo que se reflejaba en el rostro de la señora, más que miedo era pánico, pánico a que pudiera volver a repetirse lo mismo, hasta tal punto que se puso literalmente a llorar y no había forma de calmarla ni de que se centrase un poco aún a pesar de los esfuerzos de Jordi González, por conseguirlo.
A nadie se le escapa que eso que desde el PP y la Iglesia, se viene vendiendo del guerra civilismo, de las dos españas, y que la Ley de la Memoria Histórica va a volver a enfrentar a los españoles de nuevo, no tiene otro fin que meterle el miedo en el cuerpo a los españoles y que rechacen esta Ley, que no va contra nada ni contra nadie, que solo pretende que aquellos que murieron asesinados por el franquismo y que están indignamente enterrados, tengan una sepultura digna y que sus familiares sepan donde pueden ir a visitarles y a llevarles unas flores. El fin perseguido por los Aznar, Rajoy, Acebes, Zaplana, Astarloa, del Burgo y por toda la pléyade de fascistoides que ampara la derecha española, la más cerril donde las haya, es el de meterle el miedo en el cuerpo a la gente sin sentir la menor vergüenza ni tener el menor escrúpulo en crear una situación artificial que en nada se corresponde con la realidad ni mucho menos refleja un estado de crispación y de enfrentamiento entre los ciudadanos como la que desde el PP se ha creado.
En el PP deben darse cuenta de que quien juega con fuego al final sale chamuscado. Y el PP se quemará en la hoguera de unos comicios electorales.