Hacia una España Mejor

viernes, octubre 26, 2007

AVE sí, molestias no


La verdad es que estoy siguiendo la actitud de los partidos en la oposición y no salgo de mi asombro al propio tiempo que cada vez se afirma más en mí la idea de que “España es diferente”. Pero no es diferente por su folklore o por la forma de ser de los españoles, no, España es diferente por sus políticos.
Es por todos sabidos lo que está ocurriendo en las obras del AVE en Barcelona y por ello todos, espero que todos, somos conscientes de que las medidas adoptadas por la ministra de Fomento han sido las más oportunas, convenientes y acertadas ante el grave riesgo que podían sufrir tanto los trabajadores de la obra como los usuarios de algunos de los trenes de cercanías.
No entiendo que haya gente que se oponga al progreso, a la modernidad de los servicios públicos, en este caso del transporte de viajeros, para lograr una calidad y una operatividad de dichos medios que puedan redundar en una mejora en todos los órdenes, por el mero hecho de que ello pueda, en un momento y en una situación muy concreta, comportar molestias. Yo no entiendo que los problemas que hayan podido surgir como consecuencia de que de la noche a la mañana ha habido que cerrar tres vías de los trenes de cercanías, no por capricho de la ministra, si no para salvaguardar la integridad física de las personas, haya desatado tal cúmulo de críticas por parte de políticos de la oposición y de algunos medios de comunicación, entre ellos alguno despechado. Todos esos que se muestran tan críticos deberían aportar soluciones alternativas a las adoptadas por el Ministerio de Fomento. No es fácil el que dentro de un tiempo, no contado en días sino en horas, se haya tenido que proceder ha habilitar medios de transporte alternativos, por que las circunstancias son las que mandan y obligan, para poder dar servicio y facilitar el desplazamiento a 160.000 usuarios afectados por el cierre de esas tres vías. Esto es muy difícil y muy complejo. El desajuste que se produce es importante pero no debe ser motivo de tan desaforada crítica máxime cuando poco a poco se van salvando todos aquellos escollos que surgieron al principio y por tanto se mejoran y se hacen más operativas las medidas provisionales.
Todo tipo de obras, y más una de la envergadura de las del AVE, ocasionan problemas y molestias. Todo el mundo quiere disponer y disfrutar de la mejor calidad de vida, pero para ello es necesario que todos seamos conscientes de que tenemos que asumir las molestias y los problemas que no son más que fruto del progreso. Fruto que en ocasiones deja un mal sabor pero que a la larga se convierte en un perfecto dinamizador del bienestar.
En cualquier caso son admisibles y comprensibles las quejas y las críticas de los usuarios, pero que esto lo critique el PP que en ocho años de gobierno no ha llevado el AVE a ningún lugar de España…