Hacia una España Mejor

sábado, mayo 19, 2007

Allí estaban

Allí estaban, ante un público que abarrotaba el Centro de Congresos y que les dedicó una larga, calurosa y afectiva ovación. Allí estaban Diego Maciá y Alejandro Soler, el pasado más presente y del que nunca se olvidarán los ilicitanos que sin duda alguna lo recordarán con agrado, y el futuro más esperanzado
r. Ambos en perfecta comunión, en excelente armonía y mejor sintonía. Allí estaban dos socialistas representando la unión que existe entre todos los que componen la militancia socialista en Elche y cuya unión ha hecho, y seguirá haciendo posible, el que nuestra ciudad pueda ser bien gobernada como sin duda alguna lo ha venido siendo en estos últimos veintiocho años en que los ilicitanos decidieron dar su voto mayoritario al Partido Socialista Obrero Español. Esa actitud, esa unión entre toda la militancia socialista, es la que ha posibilitado el que alcaldes y concejales socialistas hayan podido actuar con eficacia mejorando la calidad de vida de los ilicitanos y haciendo de Elche un referente, no solamente en la Comunidad Valenciana, si no también a nivel estatal, de cual es la norma a seguir para que un pueblo prospere adecuadamente. Allí estaban los dos juntos, demostrando como se deben hacer los cambios, sin traumas, sin enfrentamientos, con humildad, con generosidad y sobre todo con un enorme sentido de la responsabilidad a la hora de tener presente que una ciudad como Elche necesita de sus gobernantes una total y absoluta atención y dedicación y para ello se requiere serenidad acompañada de la necesaria tranquilidad y tener la casa en paz como es el caso de los socialistas ilicitanos.
Allí estaban Diego Maciá y Alejandro Soler, dándonos a todos un gran ejemplo de que en primer lugar siempre deben primar los intereses de los ciudadanos y no los intereses personales como es el caso de algunos que dicen querer mucho a Elche pero que a la hora de la verdad acaban, como si de una diáspora se tratara, uno por cado lado defendiendo no los intereses de los ilicitanos si no su propia supervivencia política de la cual han hecho un medio de vida. Estamos asistiendo al lamentable espectáculo de comprobar a diario como gente que se supone tiene afinidad ideológica y que se mueve, o se movía, bajo unas mismas siglas, de forma reiterada se dedican más a la intriga palaciega que a intentar hacer algo positivo para su ciudad. Pero aquí está Alejandro Soler, para demostrar que los años que ha ocupado diversos cargos como concejal los ha sabido aprovechar para conocer a fondo lo que quieren los ilicitanos y como hacer realidad sus deseos.