Hacia una España Mejor

martes, julio 25, 2006

ESTAREMOS A LA COLA, PERO...


Cuando el pasado día 24 leía en este diario que la Comunidad Valenciana (CV) está a la cola de España en atención domiciliaria a los ancianos en lo que respecta a los Servicios de Ayuda a Domicilio (SAD) y que la cobertura es del orden del 1,67% mientras que en comunidades cuyo nivel económico está por debajo del de la CV como es el caso de Extremadura, es el 7,42% la verdad es que me sentí bastante mal porque es este un tema, junto con el de las residencias para mayores, sobre el que he escrito unos cuantos artículos. Los SAD, como muy bien se explica en la información, "permiten que las personas mayores con distintos grados de dependencia puedan continuar viviendo en sus casas con un apoyo que les permita realizar las actividades cotidianas, contribuya a mejorar la calidad de vida e incluso su autoestima". En cuanto a las residencias son fundamentales para que las personas mayores con graves problemas de dependencia, que no se puedan valer por si mismas, vivan con la dignidad que todo ser humano se merece.
Al leer la noticia mi primera reacción fue la de "poner a caldo" a Camps y compañía por su más que manifiesta dejadez y hasta sentí una sana envidia por esas personas mayores que en sus comunidades son mejor tratadas que en la CV. Pero algo me iluminó, en mi se hizo la luz y me dije: "para Pascual, no te precipites, seremos los últimos en atención a los mayores pero somos los únicos que tenemos una Ciudad de las Artes y las Ciencias, que por cierto sirvió de telón de fondo en la visita del Papa, y que ha supuesto el gasto de miles de millones, un Oceanográfico, de los caros, una Ciudad de la Luz que ha contribuido, por mor de su construcción, a que el fondo de las arcas de la Generalitat Valenciana sea más oscuro, ¡que paradoja!, que se ha gastado una "pasta" importante en los fastos para recibir a Benedicto XVI, también organizamos la American Cup, -¿se escribe así?-, con una inversión económica bastante "guay" y tenemos lo que alguien ha dado en llamar el "referente" de la Comunidad Valenciana: Terra Mítica, en la cual se han invertido miles de millones, y encima 16.000 millones más se sobrecoste, siempre hablo de pesetas". Esta "profunda" reflexión es la que me ha llevado a desechar la crítica sobre la atención a las personas mayores y fijarme más en que mi Comunidad Valenciana se parece, cada vez más, a la casa de un rico sin dinero. Seríamos la envidia del país, si no fuera por la mísera asistencia social que cada vez se hace más patente en nuestra Comunidad.