Hacia una España Mejor

lunes, febrero 20, 2006

CAMPS DA LA RAZON A AZNAR


El nueve de mayo de 1979 en un artículo firmado por José María Aznar y publicado en el diario La Nueva Rioja y en una de las innumerables críticas que hacía Aznar sobre la Constitución Española y refiriéndose a la España de las autonomías decía el presidente de FAES: "Pero aún hay más. En plena crisis económica nos encontramos con el delirio "carguista". Se crean nuevos Ministerios; más secretarías de Estado, cada personaje destacado tiene ya su adjunto. Y todos con sus correspondientes equipos. ¿Y quien paga todo esto? Cargos públicos que anteriormente no gozaban de remuneración lo son ahora y muy sustancialmente por cierto. Los consejeros de cualquier ente autonómico o preautonómico, ya sea provisional o definitivo, se señalan cuantiosos sueldos como primera medida. Y todos con sus correspondientes equipos. Como buenos españoles deben pensar que la crisis económica es para lo demás. Aquí no pasa nada":
Han tenido que transcurrir casi veintisiete años para que alguien evidenciase lo que Aznar denunciaba y se demostrase que este tenía razón.
El pasado día tres de enero el diario INFORMACION daba cuenta de que el Consell de Francesc Camps disparó un 30% el gasto en asesores y altos cargos en dos años, motivado por la contratación del personal que conforma el primer escalón de la Administración y el de confianza (asesores y demás personal eventual).
El año 2002 finalizó con 99 altos cargos y 82 asesores, 2004 lo hizo con 124 altos cargos y 112 asesores. es decir 55 personas más. Pero hay más, este periódico nos informaba también de que aunque de 2002 a 2004 la plantilla de altos cargos y asesores aumentó en las citadas 55 personas, si se compara 2003 con 2004 se constata una reducción de este personal, que pasó de 257 a 236. Sin embargo curiosamente, este recorte no supuso una reducción del gasto. De hecho los 257 directivos y asesores costaron 8,7 millones de euros en 2003 y los 236 de 2004 supusieron un costo de 10,2 millones de euros.
Pienso que cuando Aznar dijo lo que dijo nunca pasó por su imaginación que iban a ser los suyos los que de forma tan descarada le fueran a dar la razón.